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Llega un momento en el que la fortaleza se torna debilidad para todos, o solo para unos pocos que tanto han luchado por mantenerla. A veces es dificil seguir tirando del mismo carro, y la sensación de no poder tirar la toalla, pero es lo que queda, ni más ni menos. Aquí, lo que tu quieras o no, ya no vale de mucho, de hecho diría que no vale nada. Da igual tu esfuerzo por conseguir la estabilidad que habías deseado, no importa si quieres quedarte o si te viene mejor irte, da igual lo que digas o lo que pienses, da igual. Aquí ya no decides tú, otros deciden por tí, te guste o no. Porque hoy eres tú, con nombres y apellidos, pero mañana serás un número más que encabeza una larga lista.

Porque yo, hoy, estoy encerrada en una red que yo misma he confeccionado, y lo cierto es que no se que hacer.

¿Ahora?...Necesito que me saques de aquí.