31 de julio de 2011

Informe semanal.


Dicen las malas y también las buenas lenguas, que el domingo termina la semana. Quizá esta haya sido la intensa, la más intensa de lo que va de verano. De repente te conviertes en una conductora novata, vuelves al Sur de visita y vas un poco más abajo todavía, celebras cumpleaños, aquí y allá, algo así como tres en concreto. Y llega el domingo y dices: "Qué maravilla".
Pero hacerte un resumen tan resumido sería demasiado. Mi capacidad de síntesis no es tanta, así que me explayaré un poco más, pero con el deseo de que por favor, no sea un auténtico coñazo.

Resulta que por ser día 25 de Julio, o lo que es lo mismo, festividad de esta nuestra tierra Galicia, este lunes fue un día de celebraciones y otras cosas varias de carácter ocioso. Y pasó el día, pasó la romería, llegó el día veintiséis. Me levanté temprano, me cagué de miedo y todo eso para conseguir un papel que me autoriza a pisar los pedales de un coche. La felicidad te acosa, estás en la cima. Aprovechando la euforia, Póla celebra su cumpleaños esa misma noche. Sí, un maldito martes en el que esta ciudad tan mía está realmente desierta, pero no importa. Comimos como cerdos. Perdón, quise decir cenamos como cerdos. Un chupito y a casa de rebote. Lo siguiente que recuerdo son patatas fritas, amigas y volver a casa apurada para preparar una mochila. Que nos vamos de camping, parece. Allá vamos bien temprano MT y yo, camino al sur. Cuántos recuerdos entre aquellas calles. Mi casa de invierno. Es acojonante. Han pasado ya casi dos meses y es como si no me hubiera ido nunca. Como si Tom fuera a salir de su coche en cualquier momento. Como si Llul, Penis, Boston o L fueran a estar en sus ventanas.
Por desgracia no es así, pero me basta con volver a respirar el calor sureño y poder enseñarle todo a aquello a MT. Que por cierto, el calor sureño, muy bonito, sí. Pero insoportable cuando cargas con dos mochilas y una tienda de campaña. El sudor se apodera de nosotras. Nos vamos en otro bus. Todavía más al sur si cabe. Vivimos al límite.
Y allí estamos. Años y años de evolución, de descubrimientos arquitectónicos, de construcciones de edificios imposibles y llegamos y en dos segundos, paf. Tienda. Y vas a dormir ahí, y no hay más. Total, que todo es nuevo y perfecto. Senia, Pato y todos sus amigos están allí. Piscina, bocatas y pasa el día, y llega la noche. Incluso de camping hay que lucir, está claro. Una noche estupenda, tan oscura como divertida. Tan animada como cálida. Y bailando, se nos ha hecho de día. Dormimos, o al menos lo intentamos. Al acabar, debemos huír de allí antes de las doce si no queremos pagar un día más. Y nos vamos. Y de paseo en buses volvemos al norte. Prácticamente a descansar de forma continuada. Y para rematar, noche de sábado, otro cumpleaños. Largo entre los largos. Casa, piscina y amigos que ya creía que me habían olvidado entre recuerdos. Pero no, Y es maravilloso saber que no es así. Bonita celebración.
Y ahora que el Sol se asoma por esta parte de la península seguimos disfrutándolo. Quizá la marca del bikini deje ser una utopía.
Paz y amor.

27 de julio de 2011

L.

Aprobé.
Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
No, en serio.
Sí.

Lo cual es cojonudo, ¿te imaginas? Yo en coche, ahí...Lo cierto es que todavía no. Mola mucho porque aprobé el examen de conducir ayer por la mañana, pero no podré empezar a ponerlo en práctica hasta el viernes. Totalmente lógico, vamos. Pero bueno, a los señores de tráfico, puestos a prohibir, han prohibido ese típico papel de toda la vida con el que podías circular mientras no llegaba tu carnet provisional...Así que toca esperar. Pero bueno, no hay prisa. Me bastó con pasear con la L esa tan verde y tan reflectante por el centro. Sí, la llevaba en la mano, pero y qué mas da. Llevas esa cara de ingente satisfacción, con esa ceja levantada. Y ni si quiera se te pasa por la cabeza que el 80% de las personas que te cruzas ya han tenido una. Nada te importa. Es tu momento.
Ahora solo falta el coche, o mejor dicho el seguro. Porque por si no había pagado suficientes euros entre prácticas y derechos de examen y todo el petate, ahora me tengo que dejar otro pastizal en el señor seguro. Espero poder solucionarlo cuanto antes, o mejor dicho, que mis padres hagan el favor de querer solucionármelo barra pagármelo. Ya tú le llamas como quieras.

Lo cierto es que no sé si fue chiripa, o que soy una conductora lo suficientemente correcta, pero aquel señor de gafas de sol que iba tirado cual saco en el asiento de atrás, puso en aquel papel que era apta. Y no es cuestión de llevarle la contraria. Mi pobre compañera de autoescuela no tuvo la misma suerte, y eso me hacía sentir bastante horrible. Es como esas veces en el instituto en que apruebas un examen y tu compañero de mesa no. Te sientes malvado y ocultas tu nota con la cartuchera, e intentas consolarle diciendo: "No te preocupes", aunque sabes que te está odiando a la vez que piensa: "Qué fácil decirlo con un aprobado en la mano, zorra".
Así que me tragué toda la emoción y lo único que hice fue mandar mensajes clandestinos a algo así como a toda mi agenda desde el asiento de atrás de aquel coche que se dejó guiar.
Sé que movistar me amará eternamente por tal acto del que ya me arrepiento.

Y eso es todo por el momento. Y como he dicho, y dado que no puedo conducir ni un poquito, pues voy a dejar que pasen los días, pero en lugar de esperar aquí, me voy de camping, aunque sean solo dos días. A celebrar el cumple de Pato, con ella, Senia y demás. Y por si fuera poco, me llevo a MT conmigo afortunadamente. Lo único malo es que Tom y yo no podremos vernos, pero ya estamos mirando algún día dentro de no mucho...Jo.
Si MT y yo somos capaces de montar y desmontar la tienda de campaña, volveré para contártelo, sino, vete a buscarme y échame una mano, por Dios.
Paz y amor!

25 de julio de 2011

Tengo miedo.

Toque y salgo. Corina conduce, rápido, como de costumbre. Consigue que a veces me ponga un poco nerviosa. MT calma su mono de nicotina fumando uno de esos cigarros que guarda en su mochila de cuero. Lleva la ventana abierta y la mano algo por fuera. El aire entra de golpe, y ¡zas! en toda mi cara. Cuando creíamos que el radio casette del coche no tenía más volumen, fallamos. A Corina le encanta lo de ir con la música alta mientras recorre kilómetros. A mi lado, Morla va callada, muy elegante para una tarde de festivo. Supongo que estará odiándonos por cantar esas canciones que ella detesta, y que en parte, yo también, pero que quieres que te diga, siempre animan el viaje.

Joder. No paro de mirar los pies de Corina, que si un pedal, otro. Me pregunto si yo también sabré pisar el adecuado en el momento oportuno. Me apetece un montón ser yo quien conduzca, y no sentirme un peso por que tengan que venir a buscarme a casa. Mis padres podrán tener su vida propia sin tener que estar pendientes de cuándo hay que ir a buscarme. Todo serían ventajas. Pero para eso necesito que un policía se siente conmigo en el coche, y me diga "Oye, maja, que sí venga, que te doy permiso". Pero está realmente jodido.
Por lo menos sirve para descubrir que la gente confía en tí bastante más que tú mismo. Lo cual es triste, pero genial al mismo tiempo. Aunque en realidad, es un peso más, porque me sentiré tremendamente inútil cuando les decepcione a todos. Pero bueno, confío en que sabrán perdonarme.

Me tomaré una valeriana. Un vasito de leche.
De desayuno un zumo de naranja, choco crispys con leche y una gotita de suerte, por favor...
Paz y amor!

22 de julio de 2011

No sé porqué, desde hace unos días no se me permite poner fotos acompañando a estos textos que suelo escribir. No sé que te hecho, blogger, pero me gustaría que me dijeses las cosas a la cara. Con lo bonitas que son las imágenes que elijo. Jo.

Pero bueno, mientras intento superarlo, mi vida debe seguir con su ritmo normal. Aunque lo cierto, es que no tengo ni idea del ritmo que lleva, ni si quiera tengo conocimiento de si lleva alguno en concreto, pero he de decir que como melodía, no suena nada mal.
Aunque a veces hay crisis. Te chirrían los oídos. Hoy por ejemplo, me bajo del coche, me acuerdo de toda la familia de ese ser que lo haya inventado y que le haya puesto tantos pedales como mosqueteros y tantas marchas como cuerdas lleva una guitarra. Aunque de todas formas, creo que nuestra relación funciona. Porque se basa en un amor-odio continuo al que se le acaba cogiendo cariño. Quizá porque esos momentos en los que desearías tener una televisión delante para contestarle al señor de los anuncios de BMV que te encanta conducir, superan a esos, que por cierto, son más escasos, en los que maldices el día que dijiste "Voy a apuntarme a la autoescuela".

Volviendo a retomar mi vida, ya sin ruedas de por medio, me he dado cuenta de que estoy empezando a romper mi burbuja. Me explico. Tu ya sabes que me defino como una persona bastante débil, en cuanto a personalidad se refiere. De las que dicen que si por no decir no, y de las que se callan para no herir los sentimientos. Pues bien. Recuerdo hace ya bastantes meses el día que dije, se acabó, seguido de palabrotas varias. Desde ese día hasta hoy, mis avances fueron lentos y escasos, pero estaban ahí. Bien. Pues volver al norte me ha ayudado a seguir con mi evolución, algo así como un pokemon. Total, que noto un nosequé terrible en mi interior que me abre la boca y suelta lo que pienso. Así. Plas. No hay quien lo pare. Aunque he de reconocer que tampoco le pongo freno. (Mierda, estoy pensando en el coche otra vez).
Pero bueno, que mientras no me traiga consecuencias, vamos a ver como sigue avanzando...

Bueno, lo dejó aquí. Me voy a ver una película, comiendo. Dios, que hambre.
Paz y amor.

20 de julio de 2011

Dios, lo siento por lo de ayer. Me paso la vida criticando esos post que no dicen nada de nada, y voy y caigo yo también. A mi me gustan los post que hablan de algo, que son de alguien. De una vida. Aunque sea la vida más triste y miserable del mundo, hablan de historias reales. Y no esas sobre amor ideal y sueños rotos. Me gustan las historias concretas. Yo que carajo sé del amor.

Lo cierto es que mi vida tampoco está tan mal. No soy todo lo molona y guay que me gustaría. No tengo un arito chulo en la napia, ni un pelazo increíble, ni los ojos perfectamente pintados. Mi ropa es corriente y no de esa ropa de las chicas de las fotos que suelo poner aquí que tanto me gustan. Pero, al fin y al cabo, eso no importa nada.
Mi plan de vida austera va de culo. Todo este proceso empezó el día en que me di cuenta de que el dinero me duraba menos que los cereales de chocolate. Y mira que como cereales de chocolate. Y vale, ir a clase de LSE me suponía viajes en bus, comer fuera, etc...Lo que formaba una vorágine gigante de gasto, pero, en parte, estaba justificado. Repito, en parte. Así que ahora que se ha acabado el curso, me he dicho. "Tía, se acabó". A ver, lo de tía no me lo dije literalmente, pero bueno, me entendéis. Así que me he hecho con una agenda de esas de flores horribles que no sé cómo coño se me pudo regalar cosa tan...Tan. Pero bueno, el caso, es que voy apuntando todo lo que gasto cada día. Así controlo porque si no...Madre mía. También en una libretita, bueno, en la misma realmente , no me quedaban más libretas horteras, apunto lo que gasto de móvil. Porque entre Tom, la familia y los amigos, oye, que se me iba el presupuesto.
De hecho, me paso las mañanas mirando por la ventana y en cuanto viene el cartero: ¡Zas! Para ser la persona que coja el recibo de la factura telefónica. De hecho creo que el pobre trabajador de correos ya me teme.

Otra cosa cara. El carnet de conducir. Perdonad que hable tan malamente hoy, pero es que hay que joderse. Tengo miedo de suspender dos veces el examen sólo por tener que seguir pagándole a tráfico. Pero bueno, de momento, vamos a por la primera. Ya está cerca. Huyamos.

Y ahora te voy a contar la aventura más apasionante del día hoy. Decir 27 veces Curriculum en un mismo día. Y dirás tú, ¡Oh dios!¿Pero cómo? Pues verás, ya que he gastado tanto, que quiero no solo recuperarlo, si no ganar más para el viaje a Madrid, la cámara Reflex y cientos de miles de cosas que se me pueden ocurrir y de hecho se me ocurrirán, pues con eso estoy. Me he hecho un curriculum vitae de esos que se hace la gente, y bueno, a repartirlos como churros. Gracias a la incontable ayuda de mi amiga MT, que por cierto, ha recibido uno de esos temidos mensajes de USC notas, pero con final feliz. Va a ser la jueza más molona del mundo. Corina y Morla también vinieron y participaron en el proceso doblar y entregar.
Bueno lo dejo aquí. Paz y amor!
Ese momento en que la lógica te aburre, las fotografías te inspiran, las conversaciones te enganchan. Cuando un texto te abruma, cuando la emoción te embriaga.
Cuando la felicidad del mundo no te contagia, te deprime,
cuando una canción te anima y una lágrima te relaja.
Ese momento en que te vician las rayas, y no las de coca, si no las de las camisetas de colores. Cuando te das cuenta de que él es tu única droga, y tienes más mono que nunca. Cuando ese día que es más largo que un día sin pan, y cuando te das cuenta de que estás harto de pasar hambre.
Pero sobre todo, cuando.
Ag.
Y yo que coño sé cuando.

19 de julio de 2011

Sí. He vuelto. Quizá con algo de retraso.
Empezaré rebobinando así rápidamente al día en que dejé esta historia. Recuerdo que me iba a un lugar lo suficiente lejano como para desconectar unos días de lo que sea que tuviera que desconectar, pero lo suficientemente cerca como volver en un par de horas de coche. Incluso recuerdo que el último día que supiste de mí fue un miércoles, en concreto el de la semana pasada. Tampoco ha sido tanto tiempo. Me largué de aquí como cada mañana de miércoles desde hace un mes, muy muy temprano y en autobús, pero esta vez con una maleta. Después de clase, comí con Llul y me llevó de excursión a ese super mega centro comercial a nivel europeo. Y sí, era para tanto. Llul es un gran amigo, incluso de esos que te llevan la maleta y corren contigo hasta la estación para que no pierdas el único tren del que dispones en lugar de irse a casa y dejarte con el marrón sola. Lo cierto es que las prisas hicieron que todo fuera extraordinariamente divertido.
Y nada total, que me monto en el tren, y toma 2 horas 45 minutos de los largos. Un libro ancho, y una blackberry casi muerta a la que ni le apetece cantar un poco para entretenerme. Y, por fin, llegué, un año después de la última vez, aproximadamente, aunque sigue tan genial como siempre. Allí estaba Lechu, con su carita de persona aliviada que al fin tiene vacaciones. Qué maravilla. Cómo la echaba de menos. Y un paseo, por llamarle algo, hasta casa, porque yo creo que cuando dura tanto deja de ser un paseo para ser un tramo de senderismo profesional urbano. Pero no importa, porque era solo el principio de todo. Aún quedaban tantas cosas buenas. Te las contaría todas y cada una, pero al margen de que no caben aquí, perdería mucha gracia. Pero así a modo de síntesis diré que me ha servido para recuperar a Lechu, que la había perdido entre apuntes y libros, que hicimos mucho, y hablámos más y sobre todo que nos reíamos incluso más de lo que necesitábamos. Qué gozada. Destino paradisíaco.

Y así saltando temporalmente de domingo a lunes, hoy se han acabado las clases. Las clases de lengua de signos, las clases de lunes y miércoles, las clases en esa ciudad cercana, los viajes en bus, los madrugones, las siestas en los autobuses , pero sobre todo, se ha acabado seguir aprendiendo eso que tanto me gusta,se ha acabado compartir tiempo con esas personas que te vas encontrando en la vida y de las que también aprendes cosas, sean útiles o no. Y salgo de allí, con mi diploma bajo el brazo y sobre todo la satisfacción personal de que he conseguido eso por mis propios méritos, por mi esfuerzo, por mi empeño y mi capricho. Y oye, que me hace sentir tan bien conmigo misma, que lo necesitaba. Sólo por llevar el peso, el gusto de saber que ahora, podré conocer y entender a personas que antes no podría, y que quizá algún día pueda servir de ayuda a alguna de ellas. Ojalá.
Y volví a casa, al coche y a seguir practicando al volante mientras se ajustan las fechas. Y para rematar una hamburguesa en buena compañía. Y ahora, que ya te he puesto al día...Primero te agradezco que hayas leído tooodo este tocho, y segundo, que me voy a dormir, a ver si con suerte me despierto mañana.
Paz y amor!


12 de julio de 2011

"Lo poco que se de la vida, está en los libros que nunca leo. Lo poco que se de la vida, está en las líneas que no escribí.Lo poco que se de la vida, se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos. Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que se de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea. Si, sobrino, va por vos.
Empiezo por lo que se con toda seguridad: Se, que te vas a morir una vez. Así que procura no morirte mas veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tu vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco.Ten siempre mas proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas.Que un euro se ahorra, y un polvo se pierde, para siempre.Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierta, pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un solo día trabajando únicamente por dinero.Entre lo poco que se de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguién que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ese es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo que va.Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.
Que mas? Ah si. Se que al menos un amigo te va a traicionr, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los 30 , ya jamás pasarán de buenos conocidos.
Cuenta solo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.
Para terminar , y hablando del tema, dejame que te presente a tu mejor enemigo.Se llama miedo.Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al que dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón." - Risto Mejide -

Tenía que enseñarte este texto, porque creo, es realmente extraordinario. Espero que no te deje indiferente, que te haga pensar, reaccionar o simplemente recordar tiempos mejores e idear otros futuros. No me parece que merezca pasar desapercibido.Por mi parte, todo sigue bien, y eso es maravilloso. Mañana me voy a Monforte, un verano más, a visitar a una amiga de las verdad y de las que echo de menos. Intentaré ir contándote cosas, pero no prometo nada, ya sabes que allí las conexiones a internet son difíciles y escasas. Si sobrevivo, el domingo estaré de vuelta en el norte.Paz y amor!
P.D. Felicidades Senia!
Recuerdo el día que descubrí que lo único que conocía de aquella ciudad tan grande, era el Corte Inglés. Demasiado triste incluso para contártelo a tí. Resulta fascinante como puedes no saberte ni un solo nombre de las más de 300 calles existentes, pero conoces a la perfección las plantas de esos malditos grandes almacenes. Y ahora que ya me sé mover un poco por lo que es la ciudad en sí, el mundo exterior, he decidido regresar al sitio en cuestión sólo para verificar que todo seguía en orden, aunque también puede que haya sido para perder media hora muerta antes de subir al bus, o por que el cartel de rebajas posee un poder extraordinario, aunque no lo suficiente cómo para dejarme allí las pesetas.
El caso es que decidí aventurarme en una sección poco frecuentada por los tronistas de mujeres y hombres y viceversa. Ya sabes, libros y demás. Y ya tengo un nuevo objetivo. Pero bueno, todo esto viene, a que mientras me sumergía entre las tan fascinantes estanterías llenas de letras, apareció de la nada una de esas dependientas. No me preguntes de donde carajo salió, porque juro no saberlo, incluso llegaría a creerme que salió de algunos de esos dibujos de libros infantiles, porque te prometo que no estaba allí antes. Siempre he creído que las personas que trabajan en el Corte Inglés no son dependientes normales, tienen algo especial, un algo que les hace ser, bueno, creer ser superiores a los de su raza. Ahí, con sus americanas negras, su plaquita dorada y su muestra de colonia cara. De pequeña me lo creía, ahora que soy adulta, aunque solo sea de carnet, veo que no es más que apariencia.
Bueno, el caso es que da igual de dónde había salido, porque allí estaba, frente a mí. Vigilante. Que me movía a la izquierda, ella también. Que me agachaba un poco, ella también. ¡Pero tía, por Dios! Déjame vivir en paz.

Total que me agobié y huí. Para sanar mi malestar, decidí comprarme un paquete enano de fritos de esos de 25 céntimos, que resulta que trae más fritos que las bolsas gigantes de 1 euro. Hay que ver todo lo que aprendo.
Y subí al autobús como no, gastando mi último viaje del bono. Hay que ver cómo ha volado el hijo puta, con todo lo que me costó, con perdón de la expresión. Y decidí retar a mi Blackberry ya moribunda y sin batería. Enchufé los cascos y puse la música, a ver cuanto tardaba en mandarme a la mierda y dejarme sola en el trayecto, pero no! Resulta que no sólo las dependientas del sitio ese que no pienso repetir (a no ser que me paguen, para hablar de tarifas hablen con MT, gracias) tienen poderes, sino que las Blackberrys también.
Pero bueno, no me enrollo más por hoy, porque ya casi es la una, he madrugado lo suficiente como para estar cansada, así, nos vemos pronto.
Paz y amor!

10 de julio de 2011

Un domingo de resaca es un buen día para descubrir que tu vida puede ser extraordinariamente parecida a la de otra persona que se encuentra en cualquier otra parte. Y quizá eso te haga pensar en que habrá muchas más. Darse cuenta de que por supuesto,
eres único, pero
al igual que todos los demás.
Siempre me ha gustado esa frase. Probablemente porque te recuerda que tu vida es solamente una más de entre un gran montón de ellas, y que ni todo lo bueno ni todo lo malo te ocurre sólo a ti. Por si algún día tienes dudas, aunque en mi caso, es una lección que vengo aprendiendo desde hace un tiempo.
Acabé diciendo hace un par de días que hay algunas de esas noches pensativas y largas que son inevitables, pero igual de inevitable es que terminen. Y después de viernes, sábado, y después de noche, el día. Terminé llamando, y Tom también. Nada había pasado, nada en absoluto por lo que preocuparse, y sin embargo, fíjate que tonta. Pero nadie puede borrar esa sonrisa imbécil símbolo de tranquilidad, aún después de la larga angustia del no saber. Que bonito suena saber que todo va bien, sobre todo después de temer el mal.
Lo cierto es que brindo por este sábado redondo. Digo brindar, pero no es una expresión literal, es como la de patada en el culo, que no tiene porque ser precisamente en el culo. Sé que los domingos no te gusta hablar de alcohol.

Sábado de esos que te levantas en el último segundo de lo que todavía puede considerarse por la mañana, apurando un lavado de cara y convirtiendo el desayuno en comida. Como Jesucristo con el vino. Y MT llegó a casa, para ensayar una nueva rutina agradable de fin de semana. Sofá, películas e ingentes cantidades de comida entre risas. Y después de oír la voz de Tom, al fin, y quedarme mucho más que tranquila, había que hacer otra obra divina, y convertir las noches pensativas en noches eternas. Bajo la luna y con mucha música sonando. Probando gente nueva, sabor a verano, al fin. Muchas gracias por la compañía a Senia, Pato, y el resto...
Y hoy celebrando con calma que aquella noche de Febrero se va quedando lejos pero sigue estando presente, me despido. Porque mañana hay que empezar la otra nueva rutina. La de lunes a viernes, aunque sea flexible como el verano.
Paz y amor.



8 de julio de 2011

A veces sucede. Una noche de las que no se cansan, de las que no se duermen. En las que alguna tonta sobria espera una llamada, en lugar de hacerla ella misma, debatiendo consigo misma entre lo que quiere, lo que debe y lo que se supone que tiene que hacer.
Sucede que a veces, un coche de un color negro azulado pasa a una velocidad mayor de la que debería por una carretera tan estrecha en ese mismo momento. Una puerta se cierra, una canción suena y una hora más pasa.
A veces sucede, que se dan las circunstancias idóneas para pensar mucho en todo, un poco en nada, aún cuando la agenda no estaba avisada de tal evento. Pero igual que las noches oscuras, son inevitables. Hoy he recordado a Híbrido, en lo muy amigos que fuimos, y en lo simplemente amigos que somos, sólo con una foto y las letras de un par de antiguas canciones, de esas que solíamos compartir. He pensado en la tristeza de una amistad que se va desgastando con el tiempo sin que pueda hacer mucho más que evitar que lo haga por completo. Aún así, lo quiero como a muy pocas almas.
Sucede que a veces, una coca cola te abre los ojos, un cigarro te roba la tarde, y ni si quiera soy yo quien lo fumo. Pero sobre todo, un móvil te roba el sueño. Ojalá por su sonido estridente, pero no. Por el silencio. Por la pantalla vacía.
Un paquete de clinex para curar uno de esos catarros ligeros que te acosan un miércoles temprano, o quizá está aquí desde antes. Quien sabe.
Unas charlas tecleadas, como todo últimamente. Todo tan frío, tan mudo. Sin voz.
Alguien habla de amistades vacías, de confianzas invisibles. De apariencias falsas. Alguien verdadero y dolido por la razón que nos da el tiempo. Kiuk. Nunca le falta razón.
A veces sucede, que el tiempo sigue pasando. Y esa tonta sobria sigue esperando sentada que algo vaya a pasar. Pobre. Todavía no sabe que no hay nada peor que esperar algo. Mírala, como mira con esos ojos lluviosos. Deseosa de llorar. Preferentemente alcohol para poder dar un trago a algo más que a sus pensamientos.
Sucede que a veces, las canciones terminan. (...) Aplausos del público.

Pero luego recordé, que la ausencia no se vive, se sobrevive,
se sobrelleva. Y que nadie mejor que yo para hacer esa llamada. Esperar es jodidamente aburrido...

5 de julio de 2011

Pum. Golpe contra la ventana del autobús.
Por triste que suene, se ha convertido en mi nuevo despertador. Cómo cambian las cosas,
de pequeña solía marearme con tan sólo montar en un vehículo como ese, con su olor a bús, y esos asientos tan...de bús, y ahora mírame, con solo sentar el culo se me cierran los ojos cual bebé en su cuna. Mi despertar no es precisamente adorable, ni mucho menos romántico, y no sólo porque obviamente no voy con Tom, si no porque al levantarme de allí, mi yo dócil muere y se convierte en un yo malhumorado y horrible. A veces, incluso pienso en no decir "Adiós" al conductor, cómo acto de máxima rebeldía...Pero no, es excesivo,
por favor.
Pero la mañana evoluciona favorablemente. El Sol luce desde horas tempranas, justo hoy que me he puesto 3 capas de cebolla. Pero no importa. Hoy estreno mi nuevo chaqueta re-bajada de color rojo intenso. Nada puede contra eso. Y después de comer, hay que perder el tiempo. Hoy solo la soledad me acompaña, Llul no ha podido venir y Póla estudia de forma intensa. Pero no importa, porque he encontrado algo fascinante. Increíblemente maravilloso, incluso demasiado para haber sido creado por el hombre. Imagínate un banco gigante, y no, no hablo de dinero, hablo de asiento. ¿Sabes cuando Alicia, la del páis este extraño, se volvía enana y todo le quedaba enorme? Se sentaba en un banco como ese, tengo la imagen guardada, y aunque lo he intentado, San Google no la encuentra. Pero te haces una idea. Pues así, pero en vez de ella, yo, un helado y un libro. Qué descanso.
Pero después de dormir mientras otros trabajan, me toca conducir a mí.
Otro helado y unas cuantas pipas con dos amigas. Palabrería que llena esa plaza rectangular y tan roja.
Mi madre llama, es hora de irse. Mierda, lo había olvidado, mi padre está en Madrid. Improvisaremos una cena rápida. Y luego sofá. Pf. Con lo guay que quedaría aquí mi banco...
Paz y amor.




4 de julio de 2011

Un día, hace no tanto, creí que cambiarme el color de pelo podría suponer un cambio de vida. Quizá me sumergí en una aventura demasiado metafórica, pero lo cierto es que tampoco estaba tan equivocaba.
Comenzó con aquella mierda tan grande que el sistema llama selectividad. Todo mi esfuerzo y mis ganas de irme a Barna, se quedaron en aquellas hojas incómodas que formaban exámenes. Tanto y tanto, para que ahora no sean más que algunos restos de esos papeles que los ejecutivos meten en roedoras de papel que los dejan hechos añicos, cuando en realidad están deseando meter ahí dentro la cabeza. Espero que la parte de esos añicos que un día fueron míos, se hayan convertido en algo útil. Con papel higiénico me conformo, al fin y al cabo, que hay más útil que eso.
Vino San Juan y todo ese periodo que entusiasmadas, Lechu y yo llamábamos el comienzo de una nueva vida. Niñerías, supongo. Lo cierto es que oírlo ahora probablemente nos suene ridículo, sin embargo, ampliando nuestra mirada, y sentadas ahora sobre el futuro. No íbamos tan desencaminadas.
Y que venga el fuego de nuestra vieja hoguera a decirme que no es cierto. Un año ha dado para mucho, para tanto, que ha dado para cubrir muchas páginas, de estas que te escribo en este pequeño espacio desconocido. Mis canciones han cambiado, mis gustos, mis tacones y por supuesto mi pelo. Que intento que se vuelva cada vez más naranja. Tan intenso como todo este tiempo que ha pasado.
Y lo peor es que no sé porque he llegado aquí. No me refiero a este color zanahorio, sino a esta reflexión que sin pretenderlo ,ha acabado por parecerse a algo maduro. Será que hablar con Tom me mueve cosas aquí dentro, que se reflejan así aquí fuera. Quien sabe.
Pero el pasado se queda en nada, y lo que importa es el futuro. Mañana es lunes, todo el día. ADV.
Paz y amor.


P.D. Sé que si esta entrada podía ser madura, se ha ido todo al garete con esta foto. Pero no he podido evitarlo.

2 de julio de 2011

Vaya. Ha llegado Julio. Como siempre, sin a penas darnos cuenta, sin pedirnos permiso y
obligándonos a pasar otra página del frenético calendario.
Junio se ha ido, y no precisamente solo. No nos ha dejado un buen recuerdo, o al menos eso es lo que creo a estas alturas del día, después de una tarde ni mucho menos agradable. Siempre me ha gustado ver a mi familia. La grande, entera. Pero desde luego, he odiado las veces que nos veíamos después de tanto tiempo movidos por un motivo triste como el de hoy.
Nunca he entendido eso. Sí, ya sabes. Ese círculo de sufrimiento que envuelve a la familia más cercana de ese alguien que se va, y que les obliga a permanecer encerrados junto a ese ser querido durante casi dos días enteros, recibiendo los besos de todos aquellos que quieren dar eso que llaman pésame. Por supuesto, me parece un gran acto el hecho de que todos quienes le querían, quieran hoy decirle adiós por última vez. Pero ¿y ellos?, esos que lo único que desean es llegar a casa, sentarse junto a una ventana y llorar solos. Pensar en el pasado y ver fotos, o quizá seguir adelante, sin que todos te recuerden lo triste que debes estar.
No sé, puede que sea inmaduro no querer afrontarse a todo ello. Pero me parece cansado, agotador. Realmente agónico.

Pero bueno, Junio termina, y todo eso, también.
Hoy por la mañana , mi querida MT yo, fuimos a la playa. Estáis flipando con que haya vuelto a la playa, pero sí. Soy la más loca. Eh. Eh. Llegamos, y allí estaba. La playa. Sola y desierta, como en la canción de María Isabel. Sí, joder, que te la sabes fijo. Me preguntaba si se podía estar forever alone aún siendo dos, pero no era así, porque había un típico viejo de playa, que pasea por la típica orilla, con la típica pose paseante de manos-enlazadas-colocadas-estrategicamente-donde-la-espalda-limita-con-el-culo. Además MT es compañía más que suficiente, es algo que no me canso de comprobar.
Por la tarde he tenido que aplazar la práctica de coche para el lunes. Paso miedo los fines de semana temiendo que se me olvide cómo se conducía. Qué triste soy. Pero ahora que el coche va cediendo ante mí...No puedo perder autoridad.
Ah! Y me compré un reloj nuevo. Bueno, comprar, se lo cambié a un chinito por un billete de cinco hace un par de tardes. Con que cumpla su función me llega.
Vale, no es la vida más interesante del mundo, pero no me quejo.
Bueno. Y eso. Voy a dormir.
Paz y amor!