30 de junio de 2011

Hasta siempre.

Recuerdo, hace ya muchos veranos, cuando casi todas las noches, mi abuelo, su hermano, me llevaba a su casa. Yo iba en pijama porque a penas nos separaba una calle de aquel barrio dónde antes vivíamos. Quizá eso lo hacía más especial para una niña pequeña acostumbrada al sueño temprano. Me enseñó a jugar a los dados, y siempre que ganaba me dejaba comer bombones que mi tía tenía en una caja de cristal.
No sé. Solo le recordaba, hoy que se despide.
Nunca es bonito saber que se va alguien querido. Pero hay que asumirlo,
la vida es lo que más fácil nos roban.





28 de junio de 2011

Y a pesar de todos mis intentos porque me guste, sigo odiando el café tanto como hace años. Yo creí que la capacidad de tomarlo y de que te resulte incluso agradable se desarrollaba por si misma, como los pechos. Pero no. Yo lo he intentado estando muy caliente, el café digo,
más frío, o echando azucarillos como si no hubiera mañana. Pero nada, que no hay manera.

Hay que ver. Hace unas horas salía echando humo por las orejas, y ahora estoy aquí relajadamente cómo si no sufriera nunca alteración alguna en mi estado de ánimo. Pero a estas horas, o te tomas las cosas con humor, o ya no te las tomas y te duermes tú, a tu aire y sin remordimientos.
Cómo molan esas veces en que te enfadas mucho por algo, y luego llegas al encuentro con alguien que está en su día gracioso del mes. Sí. Tenía otros 29 e incluso 30, pero ha elegido hoy para ser la alegría de la huerta. Y es lo que hay. Si tienes un carácter de esos que tiene la gente que es capaz de imponerse, entonces ni hay bromas, ni hay huerta, por lo menos hasta que el enfado se haya ido. Pero si eres de naturaleza pringada, véase yo, por poner un ejemplo, pues como mucho intentarás forzar un gesto serio y hablarás en tono asqueado...Durante cinco minutos. Luego tu feble carácter se te caerá con todo el equipo y volverás a estar como siempre. Es una mierda gigante no tener personalidad, pero a veces no está mal contagiarse de lo bueno.
Por si te lo preguntas, lo que me cabrea es el coche. Cuando parece que congeniamos. Zas. Me falla, en plan Judas total. Y ya aquello es un desbarajuste de pedales, un lío de marchas...Pero respiras, templas, y a la tercera vez, parece que reacciona, el coche, o yo, o ya no se qué exactamente. Y así andamos, un día gana el, otro yo...Justicia.
Por el resto mi vida sigue su cauce. El lenguaje de signos va viento en popa, me encanta utilizarlo y enseñarselo a todo el mundo. Aunque en realidad deberían pagarme la mitad del precio de la matrícula, cabrones. Es broma, yo vivo para dar. (. . .)
Y después del fin de semana de playa, de amigas, de relajación, de dosis telefónica de Tom, que me da la vida y un rato largo de sofá, todo se ve mucho más claro. Sol, charlas y su voz...
Pero odio los lunes, y el café.
Paz y amor.

23 de junio de 2011

Y así, se van sucediendo las pequeñas líneas que de forma discontínua van marcando el camino. El autobús con su suave run-run, el conductor con sus movimentos mecánicos cual autómata, la radio encendida, olor a por la mañana temprano y yo camino a una ciudad cercana. Una nueva rutina, aunque sea un par de veces por semana. Quizá sea una manera de seguir aprendiendo a moverme por el mundo, o quizá solo intente llenar un tiempo de verano vacío por las mañanas, quien sabe.
Mierda. Los cascos no están en el bolso. Está bien, pasamos al plan B, cabeza-apoyada-sobre-la-ventana. Oigo al locutor de la radio, con ese tono de voz con el que cree alegrar la mañana a la gente: "Se espera un día soleado en prácticamente toda la península", que traducido al idioma no radiofónico suele significar: "Hará Sol en todas partes, menos en Galicia". Pero hoy parece que no, el Sol ha decidido asomarse algo,y tiene que ser justo en ese punto en el que se me clava en toda la retina. Plas.
El mundo se ha puesto de acuerdo para que me pase el trayecto durmiendo. Yo soy sólo una víctima del sistema que se alía en mi contra.
Llegada efectuada. Hay que empezar a andar y,
esta vez no pienso perderme. Y sí, ya es un asunto personal. Lo consigo, me siento increíblemente todopoderosa y satisfecha. Me merezco un donuts de chocolate. 1,10, gracias. Comienza el curso, me esperan 3 horas y media de sufragio en el mundo del lenguaje de signos, es mi nuevo reto, y créeme, estoy encantada. Estudio esto por interés personal, y es maravilloso. En serio, te lo recomiendo.
Y hora de salir. Póla y yo hemos quedado para comer. Macarrones con carne, llámame típica...Algo más tarde vino su novio. Salen desde hace ya tiempo, y son tremendamente parecidos. Creo que pegan bastante, y él me gusta para ella. Pero al mínimo cariño que se hacen. Pum. Automático. Me acuerdo de Tom. Y es algo bueno, me gusta pensar en él.
Y vuelta al mundo real. Camino a la estación, ellos esperan conmigo, como buenas personas humanas. Pero en a penas nada, ya estoy en el bus y llegando a tierras natales.
Y ahora al coche. Práctica número 7. Ready, steady, go. Supongo que no fue mal.
Un par de llamadas, minutos más tarde, un par de grandes amigas. Pipas, patatas, hoy sin Coca-Cola. Soy una rebelde. Y se acaba el tiempo, se va yendo el día. Vuelta a casa, ducha fría, cena, y mi nuevo vicio, Misfits. Pero esto no acaba, y si no mírame, otra madrugada más, aquí pegada, razonando con Llul sobre la vida e intentando ayudar a Lechu en todo lo que pueda, ojalá fuera más.
Y cuando pareces muerta, el móvil se ilumina. Un mensaje.
No. No es sólo un mensaje. Es él.

20 de junio de 2011

Bua. Bua. Bua. Bua.

Hoy he ido a la playa. Y le doy tanto énfasis porque no soy la típica persona que en sus típicas vaciones de verano se pasa el día en la playa. Jamás.
Pero hoy me ha gustado, mucho además. Tumbada relajadamente, con el mar de fondo, y ese sonido que hace la pelota al chocar con la raqueta, que muchas veces toca los cojones, hablando mal y pronto, pero hoy no, hoy era extremadamente agradable. Después de hacer un par de típicas fotos de playa, empezaron a llegar los problemas. Lorenzo empezó a tener inseguridades, y se escondía repetidas veces tras las nubes. La ligera brisa marina, se convirtió subitamente en un típico vientecillo curioso que no hace más que traer arenas y llevarte el pelo a la cara, justo en el momento en que estás comiendo un típico helado de nata.
Así que viendo que las circunstancias habían dejado de ser idóneas, empezamos a recoger el típico petate, y una vez vestida, con la ropa pegada al cuerpo y la cara llena de típicos granitos de arena, recordé porque no soy de playa...
Pero no, en serio. Fue genial. Quizá incluso vuelva pronto...




18 de junio de 2011

La madrugada es muy larga para todos aquellos cobardes que nos quedamos a mirarla desde dentro. La noche está abierta, y sin embargo, aquí estoy yo. En este sofá blanco que todavía huele a nuevo. No es triste, lo juro. No hay que comerse el mundo todos los días para vivir a tope. Ha sido un bonito día, tranquilo pero intenso. Que si una práctica de conducir, que si una Coca-cola y paninis de chorizo y queso con ellas...Nada mal , lo confieso.
Pero no se cómo ni en que momento me han dado ya casi las tres de la mañana, y aquí sigo. Con poco más que un ordenador sobre las piernas y una lámpara que ilumina el teclado, para que no me pierda en palabras tecleadas. Un libro que quedará para mañana y ahí, está mi móvil.
Hace ya rato que ha sonado por esta noche, ahora descansa tranquilo. Unas horas atrás, en el centro comercial, me acordé fuertemente de Tom. Fue justo en ese momento en el que de todas las esquinas empezaron a salir parejas. Una tras otra. Un fenómeno paranormal dónde los haya. Y yo, allí, terminando mi bocata de tortilla frío, me acordé de él. Sí, es cierto que me puse algo triste, pero sólo porque me apetece un mundo pasear con Tom. Pero cuando me pasa eso, le hago ver que me siento así a través de mi teléfono. En realidad le debo tanto a ese pequeño trasto...

Pero dejando al margen mi melancolía diaria, siguen siendo casi las tres. Y me preguntas ¿Pero, cómo? Ni pajolera idea. Aunque recordando tiempos lejanos, o sea, hace unos diez minutos, he estado hablando con Llul, aunque ahora tenga que ser a través del ordenador, y los vaciles no sean lo mismo. De él aprendo tanto en noches como esta que a veces me gustaría poder escribir todo en una libreta de unos trece millones de páginas para que no se me olvide nunca nada. De hecho, desnudándome emocionalmente hace ya unas horas con Kiuk, intenté con mis palabras transmitirle una mínima parte de todo eso de lo que Llul me habla, ya que ella no ha tenido la suerte de conocerle. Y no se si lo he hecho bien, pero sin duda, lo he hecho. Y me sentí, como decirte, de puta madre, vaya.
Pero ahora sí que son practicamente en punto, y no puedo retrasar más mi pobre sueño indefenso.
Paz y amor!

15 de junio de 2011

Siempre hay alguien que guarda todas las pequeñas cosas, y otro alguien que va detrás tirando todos esos bonitos recuerdos que para el mundo no son más que basura acumulada con nombres de dibujos animados.
Por otra parte, sabes de sobra que nadie va a regalarte un coche que no sea de segunda mano y que internet no va enseñarte el mundo real.
Pero eres feliz, porque te conformas con vivir en esta casa aunque sabes que tu padre considera que tu opinión vale tanto como lo hacía hace ya varios años. Nada. Porque nunca serás lo suficientemente mayor para él.
Para mi sí, te lo aseguro, eres mayor total. De los buenos y grandes, aunque dudo que la opinión de alguien que se alía con el viento unas cuatro veces al año vaya a ser servirte de mucho. Ah, y no. No llevo nada en los bolsillos. Ni si quiera son reales, joder. Llevan esa maldita costura que terminará por sacarme de quicio.
Aún encima, ni si quiera hace calor. Y por si fuera poco, el despertador ha dejado de funcionar. Las napolitanas de chocolate no se han acabado, pero alguien las ha dejado caducar. Como si nada pasara, y já! Sí que pasa. son napolitanas, no se lo merecen. Pero todavía me quedan pipas y cacahuetes en la estantería de la cocina.
Ya sólo me consuela el hecho de que el teléfono suena cada noche. Sólo para que alguien diga "Buenas noches", a través de un mensaje de texto.Y con eso, consigue solucionarte la vida. Espero que no deje de sonar nunca. Nunca, nunca.




14 de junio de 2011

Dios.
Hoy ha sido el días mas forever alone de mi vida. Bueno, supongo que no, pero hacía mucho mucho que no tenía uno de estos.



Todo el mundo parece estar ocupado. Que si estudiando, que si trabajando. Qué manera de perder el tiempo.
Esta casa se me cae encima. No literalmente, espero. Pero es que si hablo un poco alto, creo que mi voz rebota y volvería a mi. No puedes pasar de un día para otro de vivir con todo el mundo a vivir con nadie. Necesito un periodo de adaptación.
Pero mañana acabará este periodo de simbiosis con mi cama-barra-sofá, porque he decidido que para no pensar en nada, tengo que rellenar este tiempo..Así que empezaré por volverme a poner mi melena color zanahorio intenso. Y por la tarde, comenzaré mis prácticas de coche.
HUÍD, inocentes.

En un amago de intentar hacer algo guay, ya no útil, si no que me entretenga, he probado a saturarme a redes sociales varias. Pero el tuenti ya me da asco, mucho asco, el facebook más. Twitter no me convence y el tumblr me agota la vista. ( De todas formas, pasaros www.pandoraisallin.tumblr.com) Porque tampoco es como para perder la oportunidad de promocionarse, oye...
Así que antes de tirar el ordenador al suelo, caí en la cuenta de lo que hacen Llul o Penis para pasar el tiempo. Ver series. Y buscando y buscando, tiré de Misfits, porque todo el mundo del sur está enganchado a ella. Ahora debería sumarme a la lista. Lo cierto es que es un vicio.
Teneis que verla.
UNÍOS.


Por otra parte, sólo me apetece ver películas románticas, y NO! No, porque eso solo haría que pensara en Tom todavía más de lo que lo hago. Sólo me apetece mandarle mensajes continuamente con cada chorrada que hago, pero me doy cuenta de lo que patético que sería, y me digo, "Quieta".
Oh dios! Esciribiendo esto he recibido uno suyo. Ai, me siento como una niña boba...
Le quiero tanto.
Bueno y así, en este momento en el que podría volar de la emoción que siento, lo dejo.
Paz y mucho, mucho amor!

12 de junio de 2011

Y poco a poco, todo se queda vacío. Solitario. Sin nada. Empezando por una misma.
Quería compartir este momento contigo.
Paseando incansablemente entre todas las paredes de esta casa tan grande siento que falta algo, por no decir que falta prácticamente todo. Todos.
Miro las sillas vacías, y puedo ver quien se sentaba en ellas hace menos de dos semanas, en ese tan intenso periodo de exámenes. Las habitaciones silenciosas. Los pasillos despoblados. Sofás inhabitados. Televisiones apagadas. Ventanas cerradas...Y solo cajas llenas de recuerdos.
Aquí quedamos, Boston, Llul y yo. Recogiendo las últimas cosas esperando a que el barco se hunda con nosotros dentro. Ya todos se han marchado, o se están yendo. En menos de una hora nos toca a nosotros. Inevitablemente.
Ayer Tom se fué. Fue una despedida de las que no gustan, no porque no sean bonitas,
lo cierto es que fue preciosa,
sino porque no quieres que llegue nunca, y porque es jodidamente triste.
No podía dejar de llorar. Suena absurdo, pero realmente no podía. Las horas pasaron, pero al volver de nuevo a la habitación, todo se había convertido en él. Creí verle por todas las partes.
Mi cama estaba tan sola sin él, que se me rompía el corazón al ver que él no estaba tumbado en ella, esperando a que yo fuera a tirarme encima y jugar a hacer el tonto. Pero se ha ido, realmente. Y todos los demás también.
Y ahora, entre las últimas canciones tristes que me han llenado los ojos de lágrimas 1012 veces esta noche sin sueño rodeada de gente, espero a que sea mi turno...
Y volar hasta Septiembre.

10 de junio de 2011

Esto se acaba. Menuda puta mierda. De las grandes.
Perdona por la tardanza, pero a veces la fiesta y el pasarlo bien te deja menos tiempo que el estudio. Y eso que estudio mucho, eh. Cuidadín.
Sí, empieza un verano limpio, después de un esfuerzo relativo para lograrlo. Sin embargo, toca dejar el Sur, y creo que no me apetece en absoluto. Yo aún diría más, realmente, no quiero irme. Cien por cien segura.
Imagina una familia de al menos unas veinte personas, que a su vez viven con otras 100. Comer, pasar las tardes, dormir y sobre todo trasnochar. Siempre juntos. Parece una locura ¿verdad?. Lo es. La mejor locura de toda mi vida. Por supuesto, con sus mejores momentos y también sus no tan buenos, pero son tan efímeros e irrelevantes que se dejan pasar. Construír una vida nueva que gira en torno a ellos. Increíble.
Y de repente viene Junio y dice
"se acabó".
Y es cierto, no miente.
Por suerte, será como una especie de descanso. Sí, eso es,
un descanso. Como en un partido de fútbol, ya me entiendes. Hay que volver a casa, retomar nuestras antiguas vidas, saber que seguimos existiendo allí donde nacimos, eso sí, sin acostumbrarse a ello porque en nada llega Septiembre.
No sé, no quiero hacer un post triste, porque no es justo recordar con tristeza algo tan bonito. De hecho, ni si quiera tengo palabras para explicarte mucho más. Todo lo que hay aquí, aquí se queda. Y una pequeña parte de todos ellos se viene conmigo en estas cajas que ahora no dejan de llenarse. No sólo en ellas, si no en mí, que creo que he crecido como persona y aprendido a ser mayor con todos.

Nos espera un verano separados, eso está claro. Pero estamos juntos igualmente. Las amistades buenas son esas que están ahí, aunque no pueda ser literalmente. Los que siguen ahí cuando vuelves aunque no hayais podido hablar cada día. De los que estás segura que valen la pena. Como ellos. Que me han enseñado tanto. Boston, Llul, Penis, Babi, L, Tatan...¿Te suenan , eh?
Seguirán aquí, te lo aseguro.
Y sobre todo, mi querido Tom. Dios, me pongo realmente triste. Pero le quiero tanto, tanto, que no tengo dudas. Y es cierto, supongo que no sé lo que estar enamorada literalmente, pero con que signifique la mitad de lo que yo siento cuando estoy con él, sería suficiente. Le echaré de menos, y me pondré triste muchas noches de verano, pero es Tom. Vale la pena.

Y aquí lo dejo, voy a seguir metiendo mi vida en cajas y maletas. A ordenar este caos de habitación, nuestro pequeño piso, ¿Verdad Tatán?. Ha sido un placer vivir aquí. Algo de nosotras se queda en estas paredes. Para siempre.
Y esta casa tan grande, que se vacía poco a poco, nos esperará dentro de mucho menos de lo que creemos.