20 de julio de 2011

Ese momento en que la lógica te aburre, las fotografías te inspiran, las conversaciones te enganchan. Cuando un texto te abruma, cuando la emoción te embriaga.
Cuando la felicidad del mundo no te contagia, te deprime,
cuando una canción te anima y una lágrima te relaja.
Ese momento en que te vician las rayas, y no las de coca, si no las de las camisetas de colores. Cuando te das cuenta de que él es tu única droga, y tienes más mono que nunca. Cuando ese día que es más largo que un día sin pan, y cuando te das cuenta de que estás harto de pasar hambre.
Pero sobre todo, cuando.
Ag.
Y yo que coño sé cuando.

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