21 de julio de 2010



Max llegaba tarde a la cita que tanto había reclamado, su moto se puso celosa y no apuró todo lo que debería. Por debajo de su casco negro, estaba su pelo corto y negro, combinando con su piel tostada. Resistía bajo el casco un pequeño pendiente que tantas molestias le causó durante meses. Camiseta verde y pantalón vaquero bien bañados en colonia masculina, de esas que según la tele, atraen a tantas féminas. Eran las 12 y cuarto.
Ella llevaba el pelo suelto y ondulado. A pesar de sus intentos y de las 2 horas frente al espejo no consiguió que fuera rizo. Debajo de sus Ray-ban rojas, llevaba los ojos pintados, pero tampoco demasiado: un par de líneas negras y una gota de rimmel, el truco está en la sencillez. Su piel era medio tono más ocura de lo habitual, nunca está de más acentuar el moreno natural. Las sandalias marrones, la falda de flores y la camiseta rosada. En su mano derecha ,se agitaba su inquieto móvil. Sus piernas se amontonaban unas encima de otras, a pesar de ser solo dos, y la de arriba se agitaba con fuerza, bailando al compás de las agujas del reloj. En su cabeza, dos mitades enfrentadas discutiendo sobre si de verdad quería estar allí. Eran las 12 y veinte.
Los dos, un buen día, creyeron sentir algo por unas letras impresas en cartas y mensajes de texto, y por una voz bajita de un par de llamadas telefónicas. Hoy querían enamorarse de unos ojos, de unas manos y porque no, de un buen culo, como el resto de mortales.
Max lo tenía claro. Ella todavía dudaba.
Eran las 12 y veintisiete y Max aparcó su moto...




4 comentarios:

  1. aiaiai me encanta!!! él seguramente se queda en blanco al bajar de la moto y ver a la chica de la falda de flores.

    BCNBCNBCNBCNBCNBCNBCN :)

    te quieroo!(LL)

    ResponderEliminar
  2. Movásmosnos, en barna todos tienen vespa...(8)
    muuuuáck¡

    ResponderEliminar
  3. qe familiar se me hace este texto...(L)
    este pueblo te echa de menos:)

    ResponderEliminar