8 de diciembre de 2010



Hoy en Ferrol, llueve, como no podía ser de otra forma.
Recuerdo que podíamos pasarnos tardes como la de ayer sentadas en el mismo banco, disfrutándo un mismo café durante horas. Contando gotas, escuchando almas. Jugando a ser adultas supongo, cuando seguiamos siendo crías. No digo que ahora no lo sigamos siendo,
pero no puedes negar que nuestras vidas han cambiado bastante.
Ha pasado poco tiempo, pero supongo que el suficiente para romper costumbres. De todas formas, las que erraron han decidido volver. Y lo importante es que aceptas su vuelta, porque en el fondo, sabes que las necesitas. Además es otoño, hay que ser buenas personas. Ah, no mierda, eso era navidad. Bueno, da igual.
Hace un rato he llegado a Pontevedra, estoy en la habitación. Ya he recogido todo. Bueno, casi todo. Tampoco te voy a engañar de esa manera. Pero mi compi no está, no llega hasta domingo. Antes de llegar aquí, la idea de compartir habitación te asusta un poco; debes acostumbrarte a compartir tu intimidad con otra persona. El caso es que ahora me siento extraña sentada sola, sin que nadie pueda hablarme. De hecho, desde que vivo aquí, no he pasado más de diez minutos sola en ninguna parte. Cómo he dicho muchas veces, esto es una piña y aquí somos tantos, que a veces hasta me da miedo contarlos y sobre todo, tengo un miedo horrible a contar el cariño que les estoy cogiendo a todos.
Y es que lo pienso, y recuerdo que antes era capaz de recapacitar, de sacar conclusiones por mi misma, sin embargo ahora, tengo la necesidad de resolver mis problemas con al menos una persona que me escuche. Y no sabes cómo me encanta.

Y creo que lo voy a dejar aquí, han pasado 10 minutos, demasiado tiempo en soledad y sin ruidos en esta residencia. Voy a buscar almas con las que divertirme un rato.
Recibirás noticias mías pronto, tranquilo.
Paz y amor!

3 comentarios:

  1. Me alegra un montón que estés tan contenta allí! :D

    ResponderEliminar
  2. los amigos... ya casi no me acuerdo de esa forma tan ingenua de compartir... es bonito y agradable sentirlo a través de tus palabras.
    biquiños y ánimo, venga, que ya sí que llegan las vacas navideñas.

    ResponderEliminar
  3. hacía tiempo qe no perdía rato mirando tus entradas absurdas a la par q entrañables :P
    como las echaba de menos!:D

    ResponderEliminar