Por ejemplo.
Sobre todo, cuando sabes de sobras que no sólo puedes dormir, si no que quieres dormir porque te has pasado las noches de un fin de semana cortísimo recuperando el calor que había perdido tu cama, y no precisamente durmiendo.
Y mola mucho, porque a estas horas piensas que mañana podrás estar en clase perfectamente, con los ojos plenamente abiertos y manteniendo una atención constante, pero en realidad...Ni de coña.
Así que, aunque me encante estar contándote esto, porque echo bastante de menos sacar mis cinco minutos diarios para contarte cualquier gilipollez ingente que me haya pasado a lo largo del día, me voy. Porque la fuerza de voluntad hay que sacarla de dónde sea. Y ya que no la tengo que usar para dejar de fumar, pues la uso para dormir, que está bastante mejor.
Paz y amor.
Verás, te cuento... El cuerpo es caprichoso pero a veces también es sabio, tan sabio que es tontería plantarle cara porque va a poder con nosotros.
ResponderEliminar¿Has entendido algo?
Vale, te cuento...
Com ya tengo ... muchos años... vale, 48, pues te contaré que ya he pasado por muchas etapas de no dormir. Y recuerdo muchas de ellas con alegría: escuchando la radio, leyendo, incluso haciendo punto de cruz... ¡Sí, flipa!. Recuerdo en concreto la noche en la que el barco Discovery Enterprise, se empotró en el puente de las Pías. Estaba escribiendo en la cocina y escuchando en la radio. Escuché en directo como llamaba una señora de Caranza para contar que el barco se estaba yendo hacia el puente. ¿TE imaginas?
Lo que quiero decirte es que disfrutes del tiempo, del tiempo despierta y del tiempo insomne.
biquiños,
Ah, me alegra mucho que te guste Rai. A mí también me cae muy bien, parece un buen tipo ¿verdad?
ResponderEliminarbiquiños,