31 de enero de 2012

"Solicito permiso, señoría, para equivocarme con total conocimiento de causa. Alevosía si cabe, lo confieso todo, eso sí, no aceptaré más acusaciones que no sean certeras. He venido sin paraguas, no es que me lo haya olvidado, esta vez no me importa mojarme. Quede claro que no tengo cómplice alguno, si los errores son sólo míos, las decisiones también.
Perdone mi tono, quizá resulte agresivo y no quiero ofender a terceros, en realidad, yo no soy así.
Brindo por la bondad de las personas, pero sobre todo, por la capacidad de decir basta.
Se me olvidó si lo que tengo es bondad, maldad o ganas de dar por el culo. Pero en esto, soy totalmente inocente."




3 comentarios:

  1. uf, que guerrera!

    miedo me das!

    biquiños,

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Es muy importante saber cuando decir basta, y más aún si cabe ser capaz de hacerlo! (L)

    ResponderEliminar