Café

Necesitaba un descanso. Preparé café y me senté en esa silla vieja, pero tan cómoda.
Me propuse un reto imposible, dejar la mente en blanco, dejar de pensar durante cinco minutos.
Bebo un trago. Respiro tranquila.
Detengo mi mirada en una foto. Recuerdo el día que la sacamos, aquella tarde de verano que no olvidaré, recuerdo lo mucho que disfuté y...Mierda! Estoy pensando otra vez.
Tomo otro trago. Me encierro en mí misma y en el calor de el café. Intento evitarlo, pero no puedo sacar mis ojos de esa foto. Se me vienen a la cabeza miles de momentos de aquel día, recuerdos de un tiempo no tan lejano, pero que hasta hoy parecía olvidado. Recuerdo ese sol brillante, el calor insoportable y el motivo de nuestra gran sonrisa y...Mierda! Lo he hecho otra vez.


Ya he terminado el café.
Me levanto y me pregunto qué estarás haciendo ahora...