3 de abril de 2010

Hoy no me pienso levantar.



¿Que vas a decirme , una coincidencia? ¿Mala suerte? ¿Casualidad quizas?
No lo creo. De hecho no creo en las casualidades.
Supongo que no es más que otra de estas pruebas que alguien que me odia me envía desde sabe Dios donde. Pero es que esta vez, no puedo, no puedo. No la consigo, no la supero. No gano.
Y de nuevo me seco las lágrimas de impotencia que se me caen. De rabia. De odio. De inutilidad.
Y lo peor es que están vacías. Y son invisibles a los ojos de muchos.
Son solo un secreto entre mi almohada y yo. Que serán tapadas con una capa consoladora que no es más que mi edredón de colores, que conoce bien porque lloro.

Y lo que más me fastidia es que mi colchón hacía ya tiempo que no me oía llorar. Porque ya había pasado todo. ¿Recuerdas? La pera se calló del arbolito y todo eso rollo que creí que me sabía. Pero resultó que no..una pena. Porque ahora duele aun más. Jode todavía el doble ver que te caes de la cama cuando ya estabas soñando.

Pero bueno... supongo que siempre habrá un clinex en la mesilla de noche...

2 comentarios:

  1. ala andrea! :O que che pasou muller?

    Bueno, pase lo que te pase todo se acabará arreglando, y como dices tu al final.. siempre hay un clinex en la mesilla.
    Y que sepas que yo me ofrezco de pañuelo personal cuando lo necesites :)
    tequiero!

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  2. hay días malos, superarlos es crecer.
    biquiños,

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