21 de abril de 2010

Primero abrió los ojos y después se despertó. Caminó a tientas, sumergida en la oscuridad de su cuarto y de un tropezón golpeó suavemente con la cabeza ese rectángulo blanco que encendió la luz. Se sentó entonces sobre la cama, era día, muy de día. Lentamente abrió su persiana verde para dejar que el sol entrase por la ventana, más no lo hizo, como un día más, solo lluvia y cielo gris. Apagó entonces la luz y elegió su ropa. Camiseta blanca, chaqueta roja, pantalón negro,...no, mejor no, camiseta gris, chaqueta azul, pantalón blanco. Caminó hacia el baño, se aseó y se plantó frente al espejo. Nada había cambiado, su cara seguía siendo la misma que ayer. Un rápido desayuno: cereales con colacao como de costumbre, por favor. Libreta en mano cruzó la puerta que la separaba de un señor alucinante y desconcertamente asombroso: el mundo.
Olor a vacas con gallinas, un par de coches aparcados, y ni un alma por la calle..todo estaba en su sitio. Viaje en coche, radio alta incluso a las ocho de la mañana. Terminó el trayecto. Logró sacar un paraguas de debajo del asiento delantero, e intentando no mojarse ni la punta del ...cabello, salió del coche. Semáforo para peatones, inútil invento a estas horas, como siempre, está en rojo. La vena suicida que reside en su interior la lleva a cruzar igualmente, jugandose la vida, y llega al otro lado de la calle. Paseíto matutino y rutinario, un paso, otro, un paso, otro...Es acojonante como las piernas saben ponerse de acuerdo para hacer que llegues a tiempo.
Pero ¡PUM! Hostiazo contra el suelo, las piernas olvidaron ese escalón. El pantalón, antes blanco, presenta ahora una gran mancha de barro que durará toooda la mañana, los tenis, presentan rozaduras leves, y su cara un par de coloretes. Recogida la carpeta, levanta ligeramente la cabeza y...¡Oh dios! ¡Un chico la está ayudando!, posición erguida y cara de "me he tirado yo, no me he caído eh..". De su boca sale un original: .."Gracias",(qué potencial humano). Él la mira sonriendo, y dice :"De nada", mientras huye, quiero decir, se va...
Ella más avergonzada que antes, sube las escaleras y llega, cómo es lógico, arriba. Deja sus cosas..pero, pero pero que ven sus ojos! ¡El chico se ha dejado el movil! Que maravillosa casualidad...

2 comentarios:

  1. ¡que divertido! siento la caída y los daños colaterales pero es divertido.

    y el chico ¿qué pasará con el chico?

    uhm, promete la cosa... je je

    biquiños,

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  2. Aiaiai ya me tardaba una historia de amor bonita!! :) esa tecnica de dejarse el movil es buena! la tengo que probar :P jaja

    tequiero chica!

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