28 de julio de 2010



Y sin embargo, el calor que desprende el fuego nos recuerda al frío invierno y el duro hielo al sabor de un helado veraniego. Sin ninguna razón coherente. Como en casi todo. Una emoción, un recuerdo que nos da la vida por un momento, y en otro, nos deja caer al suelo. Las fotos de un momento tan feliz, que años más tarde provocan lágrimas en los ojos que las miran. Una pena, la morriña. Un error sin cometer guardado en el bolsillo de un apretado pantalón vaquero, y que pesa tanto...Pero seguimos caminando, arrastrando los pies, guardados en viejas botas que sobreviven debajo de una cama que nos dió mil y un sueños que todavía no se han cumplido, y que probablemente no se cumplirán. Tú eliges. Puedes quedarte ahí sentada, esperando a que mañana salga un Sol que no sea el mismo de hoy, o puedes levantarte a llamar a la luna. Esa nunca llega tarde.

2 comentarios:

  1. "Puedes quedarte ahí sentada, esperando a que mañana salga un Sol que no sea el mismo de hoy, o puedes levantarte a llamar a la luna. Esa nunca llega tarde"

    Me ENCANTA esa frase, es increible, enserio.
    Y el resto, ya sabes que tus entradas-reflexion me chiflan.

    te quiero mi amool

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