4 de febrero de 2011

He venido hasta aquí para pedirte que me invites a la última copa para terminar una noche tan larga como esta. Interesante aventura en el centro de la pista, bajo estas luces que no dejan de parpadear y cambiar de color. Constantemente. Azul, verde, rojo...Me encanta.
¿Sabes? Te besaría en los labios ahora mismo. Pero no lo pienso hacer. No, esta noche no.
Un beso no siempre es necesario para sellar un historia, una historia que empezó sin empezar y que el mundo ha dejado de controlar.
Esta noche estoy perdida. La música está hoy más alta que ninguna otra,
tanto como esa estrella que está justo sobre tu cabeza. Ella también me encanta...
Y tú, tú tampoco estás nada mal...

3 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes! Con lo bonito que es disfrutar de esos pequeños detalles del comienzo, disfrutándolo el mayor tiempo posible, pero sin caer en la rutina.
    Hoy te vuelvo a repetir que me encantan tus entradas. Tequiero

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  2. yo también me he dejado envolver por las luces de colores de la pista de baile y por ese beso, que más que beso, es una promesa de algo que va a ser.
    biquiños,
    Aldabra

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