6 de octubre de 2011

Todavía no se cómo empezar a hablar de todo lo que tengo que decir. Aunque claro, es lógico que se me acumule la información en el melón, con lo poco que paso a vaciarme por aquí últimamente. No sé si es el tiempo, que no es suficiente, o soy yo, que no lo se aprovechar, pero de hoy no podía pasar. Creo que la cabeza necesita, aunque sea ocasionalmente, liberarse de todo aquello que le hace trabajar tanto.
He de decir, que para esforzarse tanto, y pasarse el día pensando, es poco eficiente en su función, porque siempre me deja a medias. Llámala microondas, de las que calientan pero no cocinan.
Creí que cuando llevara algo escrito, sería más fácil empezar a expresar lo que realmente quiero sacar de aquí, pero me equivocaba, sigo sin saber como empezar y eso que ya voy por la mitad del cuento.
Quizá esto sea algo así. Como un cuento, y no porque sea precisamente precioso. O sí. Ya sabes, como esos héroes que aunque acaban bien, tenían siempre miles de problemas, algunos más estúpidos que otros, pero siempre estaban ahí para intentar joderle la historia. Por suerte para ellos, siempre les ganaban la partida, y se quedaban con la chica y el castillo. Y eso es lo que suelo pensar antes de dormirme, que aunque haya problemas, por ridículos que sean, lo importante es aguantar. Lo único malo es que diría que aguantar es el deporte más difícil del mundo.
Mi consuelo, el equilibrio. Los días buenos que tienen la capacidad de solapar los días malos, y los momentos de risa, que hacen que nos olvidemos de los lunes de lágrimas, por muy fugaces que sean.
Lo bueno de esto, es que llego aquí, para intentar contarte que a veces, las fuerzas también me flaquean, pero en cuanto empiezo, me doy cuenta de que todavía me quedan más. Y que si no me quedan tendré que fabricármelas. Es cierto. Es que me planto frente a mis problemas, y ahora que están escritos, me parecen insignificantes. Y digo...¿En serio? Y me planto friamente y sé que no son para tanto. Y sobre todo, que darles una importancia que no tienen sirve realmente para nada. Pero, hay momentos en que no todo se ve tan claro. Y una palabra te sienta como una patada en el orto, y te faltan besos y te apetece más cariño del que te dan, y te sientes más sola que antes, o mal acompañada, o te sientes triste, o poco animada, cambiada...Quien sabe. Fíjate que variedad, mejor que las rebajas.
Pero para eso vengo aquí, para hacerme sentir mejor, y decirme que esos momentos, aunque a veces nos hagan perder la cabeza, o el sueño, no son nada al lado de todos los otros que me hacen sentir querida, alegre, animada. Y los besos de Tom acaban compensándolo todo, y las palabras de Boston, y la confianza de Llul, y la simple existencia de Penis me hace sentir en casa. Y L, que la sigo echando de menos como el primer día...
Yo que sé. Esto es la vida.



7 comentarios:

  1. ME ENCANTA, te digo lo digo que a Mr.Snake, escribes genial, un estilo muy personal y eso me gusta mucho :)
    hacía tiempo que no me pasaba por aquí, un beso!

    ResponderEliminar
  2. "Así es la vida; a veces da miedo, pero estimula, ¿verdad?"
    No se de dónde cogí la frase, pero mola :)
    Te quiero

    ResponderEliminar
  3. "Yo que sé. Esto es la vida."

    So true! Que bueno que puedas desahogarte en tu blog! Yo hace tanto que no pasaba.

    XO. Cyclone Strenght

    ResponderEliminar
  4. me encanta! :) muchas gracias por pasarte por mi blog

    ResponderEliminar
  5. el blog es como una terapia curativa, en serio te lo digo... es un método para ayudar a comprendernos mejor.

    biquiños,
    Aldabra

    ResponderEliminar
  6. Un día parece que es el fin del mundo, y al siguiente lloras de la risa... :D Gracias por pasarte siempre por mi blog, tus comentarios son un poco de alegría.

    ResponderEliminar