26 de diciembre de 2011

Ya no recordaba esa sensación de levantarse y que el campo esté blanco. Tan navideño, tan de postal. Es una mierda gigante. Sólo da frío, como todo en mi casa, porque tres capas de chaquetas y bata no es normal. Luego mi madre se pregunta por qué duermo 15 horas, pues coño, porque en cama no hay frío ni hay nada. Puede que a mi me guste poco, pero supongo que a mi perro le habrá hecho todavía menos gracia, porque el pone su culo sobre el cesped. Yo a mi perro le quiero mucho, y quiero que sepas que es muy inteligente, pero debo decir que siempre me ha parecido un poco inútil por el mero hecho de que tiene una casa cojonuda, y se emperra en dormir fuera (se en-PERRA).
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Sigamos. No sé si os había hablado alguna vez de la señora que siempre tiende la ropa. Hoy he vuelto a verla, después de tanto tiempo. Sigue bien, y tiene tantísima ropa como siempre, así que supongo que a su familia tampoco le va mal.
Hoy de comer había lo que ayer de cenar. Y cuando digo ayer quiero decir Nochebuena, pero no me gusta presumir. Lo malo de las comidas copiosas, es que además, repiten. Y si no, pues ya se encarga mi madre de repetirla. Y lo peor es que está buenísima. Mi madre también, pero me refiero a la comida.
Pero lo mejor de hoy ha sido el Mcdonals. Resulta que desde que no vivo en casa, cada vez que vuelvo hay cosas fundamentales que debo ver: mis padres, mis amigas y mi Mcdonals. Aunque últimamente ha dejado de ser un vicio controlado y ha pasado a ser una puta droga. Tengo que dejarlo, será mi propósito de fin de año. Lo de hoy ya fue un desmadre. Después de entrar y tomarnos esa asquerosa hamburguesa que me tiene loca, decidimos que era el momento de tomar uno de esos deliciosos McFlurry, que son helados con galletas y sirope de chocolola (baba..). Perdón. El problema estaba en la tremenda cola que había. ¿Problema? Nos vamos al Mcauto en coche. Con dos cojones. Corina se hizo la picha un lío con lo de pedir por micrófono, será el miedo escénico. Eramos tres, y pidió tres. O eso entendimos, pero no lo hizo así la voz en off. Al ir a la ventana, había cuatro McFlurrys. Me gustaría parar aquí el espacio-tiempo para que os hagais una idea de nuestra cara (allí en nuestra ignorancia) de: "Nos han dado uno gratis". Quiero remarcar también el grito que vino de la parte de atrás del coche de: "Arranca como si no hubiera mañana", y también mi pensamiento de "Que malas somos".
Y entonces, zas, patada en la boca. Nos han cobrado el helado de regalo. Somos malas no, lo siguiente a tontas.


4 comentarios:

  1. ¡¡que post tan divertido!!

    yo sí que recuerdo la señora que tiende la ropa... perfectamente.

    de la comida, mejor no hablemos que me pongo mala... y no lo digo por decir, ayer noche ya me acosté con dolor de estómago... mestábien por GOLOSA

    biquiños blancos.

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  2. Buah, ha sido genial eh? me ha gusstado si si, por cierto, genial tu lista de reproduccion :)

    Te sigo!

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  3. Feliz navidad antes de nada señorita Little Pan :)
    He de decir que la primera vez que fui al Mcauto (estando yo al volante) pedí gracias a los nervios: una hamburguesa con...cosa y otra sin ella.
    Lo peor es que me entendieron.
    Te quiero :)

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  4. Aquí en Valencia hay poca nieve, y es una mierda porque más de una vez me habría gustado ver la nieve y aunque fuera, caerme en ella y que me doliera hasta el culo. Supongo que aquí tenemos ese eterno clima mediterráneo que lo único navideño que tiene es las luces de los comercios.
    Y te entiendo en cuanto a McDonalds. Sin mi hamburguesa de un euro no soy persona.

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