Esperé a que todo fuera perfecto, a disponer de las condiciones idóneas para actuar.
Me creí eso de que en la vida sólo hay una oportunidad para hacer las cosas, y viví con el miedo a dejarla pasar.
Y cuando ví que el momento se escapaba ante mis ojos, mé hundí y creí que ya no habría más. Entonces busqué la suerte en la mierda y la luz en la sombra, pero, no encontré nada.
Decidí marcharme de aquí. Llené de problemas y angustias mi maleta y huí, como una cobarde.
Pero por suerte mi viaje duró a penas unos minutos.
Era una locura, pero me dí cuenta a tiempo.
Me ví sola, comenzando un viaje improvisado, a un destino inexistente.
Sin motivo me reí a carcajadas, me senté en el suelo y cerré los ojos, para no sentir que la gente me miraba.
Decidí volver a casa.
He aprendido a vivir con mis problemas. Esos que siguen aquí, conmigo, dentro de esa maleta, esa que no me he atrevido a abrir.
:O que fuerte! me encanta tia!
ResponderEliminarSupongo que llega un momento que hay que aprender a vivir con todo eso. Debe de ser que estamos madurando :)
tquiero mucho!!
:) oye chicas nuestros blogs son depres eee haha esto se tiene que animar..
ResponderEliminarpara la proxima entrada todas un poco mas feliz
que parece que solo sufrimos haha
pero enserio precioso like always!
:D
ResponderEliminarQuema ya esa maleta! ;)
No hace falta que te lo diga, pero... como siempre genial :)