7 de agosto de 2011

Bienvenido a la república independiente de mi casa.

Un domingo. De esos en los que tu cara se asemeja a la de los bailarines de videoclip de Thriller de Michael Jackson y en los que intentas rememorar la noche anterior, hasta que descubres que las copas te han robado todos tus recuerdos. Sí, de esos.
Esta semana ha rodado veloz, será porque con las lluvias resbala, porque no creo que sea porque huye del calor, que está brillando, este año especialmente por su ausencia. Y mira que yo no soy de esas que adoran torrarse, es más, necesito un calor moderado porque sino me debilito, me falta la vida, la desgana se apodera de mi. Bueno, terrible. Pero esto tampoco, hombre por Dios. Que vamos a encoger con tanta agua. Con la cantidad de vestidos bonitos, preciosos que tengo en el armario esperando salir y que están ahí muertos de risa. Libertad para todos. Dejadles salir del armario, por favor.

Y en estas circunstancias, todo el que puede huye. Mis padres los primeros, que están disfrutando de la República Checa en todo su esplendor. Aunque mañana tendrán que volver a enfrentarse a la realidad del norte.
Total, que de este párrafo, has deducido que mi hermano y yo nos hemos quedado en tierra. Por propia voluntad, todo se ha dicho. A ver si te vas a creer que es un castigo por mal comportamiento, que no lo es. Él se ha quedado en casa de mis primos, y yo, yo deambulo de un lado para otro sin olvidarnos de que tengo el control total aunque temporal de mi casa.
Un sueño, eh. Te imaginas ahí haciendo lo que hace la tía del anuncio de Ikea, de timbrar a todos los telefonillos para invitar a todo el mundo a tu casa, porque tienes derecho a tu fiesta.
Bien, creo que lo más rebelde que he hecho ha sido ponerme un CD a todo volumen y sacudir el mantel por la ventana para no tener que barrer. Yu-ju. La más mala.

Y nada. Pero ha sido genial. He tenido invitados, he hecho tareas de casa para que mi madre no sienta que no valgo para vivir sola. Porque aunque no sirvo, tengo que aparentarlo al menos.
Ay, que se me olvidaba. Ayer, Dios, no se si en realidad debería contar esto, pero bueno, qué coño. Resulta que mi madrina me regalo un par de entradas para un concierto de, bueno ahora eso da igual, y allí fuimos mi amiga Pola y yo, a pesar de que no tenía ningún interés. Cero.
Salí enamorada de Carlos Baute, mierda. Lo he dicho. Bueno, ahora ya está. La apariencia no lo es todo. Cómo baila, canta bien, es mucho más guapo que en la tele. ¿He dicho ya que es muy guapo? Que manera de menear el culo, y ese pantalón apretado, y... Pero bueno, no es mi estilo, eh. Aunque lo disfruté como una cría y eso es lo que vale. Qué coño. Y luego fiesta, mucha fiesta de verano. Que en algo se tendrá que notar que estamos de vacaciones, ya que no hay sol...

Y ahora, a resucitar poco a poco...Nos vemos pronto.
Paz y amor.


3 comentarios:

  1. paz y amor querida...
    yo también he estoy sola en casa y el que me acompaña es Roncete! La verdad es que nos llevamos muy bien y la convivencia se hace muy amena... jeje
    un besito!

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  2. Preciosa entrada <3
    Te sigo, ¿me seguis?
    http://rara-no-unica.blogspot.com/
    Besitos

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  3. ja ja ja...

    ¿Carlos Baute? ¿He leído Carlos Baute?...

    Es broma... Baute tampoco es mi tipo pero tiene su encanto y parece un buen tipo. Lo ví en una entrevista de Pablo Motos en "El hormiguero" y me resultó divertido y un hombre campechano.

    Hay que tener un amplio abanico para todo. Es la forma de saber lo que más nos gusta.

    biquiños,
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