15 de agosto de 2011

Una de esas noches mágicas. Esas noches de verano inexplicables.
No es muy cálida, todo he de decirlo. Incluso esta noche, llueve,
llueven estrellas. Bonitas. Preciosas.Tan rápidas que a pesar de todo, siempre se me escapa alguna.
Qué injustas.
Yo le guardo todas las que puedo, aunque tenga que ser con los ojos. Y esa misma,
ya es solo un recuerdo. Ojalá pudiera invitarle a sentarse conmigo bajo esta capa oscura. Y si quiere intimidad, pues yo le apago la luna y no se hable más.
Yo todavía no sé muy bien si estoy sola. Una vez leí en una estación de autobús que la soledad, es estar rodeada de gente, y solo pensar en el que no está.
Eso debe ser que sí.
Como se enteren todos estos, van a odiarme para siempre.
Para él, recordaré la más bonita. Y si quiere dos, pues también. Y las que hagan falta.
Aunque no es fácil verlas, con esta luna que está aquí. Justo encima. Brillando más que las farolas.
Pero da igual. Pienso quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Tengo todo el del mundo...




2 comentarios:

  1. Sei que me botas de menos zenouri, pero non te preocupes que xa non che queda nada... ;P hahahahahaha
    Por certo, cada día escribes peor! ¬¬ (ti xa me entendes... xD)

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