27 de marzo de 2010

.




Ahora que has llegado hasta aquí, es el momento de pararse. Siéntate despacio. Toma aire y suspira fuerte. Cierra los ojos, y abrelos de nuevo. Es el momento en que tu mirada debe abarcar todo , pero nada en concreto. El infinito será hoy el espacio de tu descanso. Un descanso sí, una breve pausa, una pequeña reflexión. Es el momento en que debes medir tus fuerzas y conocer todavía más tus debilidades.
Entre la estabilidad y el desequilibrio hay un pequeño paso. Supongo que igual de pequeño que el que hay entre el amor y el odio, y entre la calma y la desesperación, entre la cordura y la locura.
¿Quien tiene el juicio suficiente para señalar donde está el limite? ¿Quien puede decir si mi vida es estable o normal, o si no lo es? ¿Quien se cree capaz de decir si estoy cuerda o si rozo la locura?Nadie.
Si nadie puede ni podrá nunca afirmarlo ¿Cómo saber cuando se ha pasado de un extremo a otro? ¿Como saber si estoy actuando como debería, o si vivo al límite de mis posibilidades?
Es el momento en que dejes de someterte a esta prueba, aunque sea solo por unos minutos. Una prueba en la que no intento más que conocer a alguien. Alguien impredecible, a quien no controlo y no controlaré jamás. Alguien que me sorprende con sus actuaciones y con su inquieta manera de pasar el tiempo. Alguien que no me pertenece, y que sin embargo soy yo.







3 comentarios:

  1. andree! (L) Me encanta tu entrada (y la foto.. tururu.. jaja)

    Entradas filosoficas tuyas 4ever! :)

    tekieroo!!!

    ResponderEliminar
  2. en el alambre, haciendo equilibrios... a veces la vida es así.
    biquiños,

    ResponderEliminar
  3. Ay, rica: ¡qué filosófica, Andrea! ... pero este tipo de comentarios no los haces en clase con mery-jo, no? jajaja ANDREA, que eres grande como pocas: guapísima. MUCHO ÁNIMO

    ResponderEliminar