28 de junio de 2011

Y a pesar de todos mis intentos porque me guste, sigo odiando el café tanto como hace años. Yo creí que la capacidad de tomarlo y de que te resulte incluso agradable se desarrollaba por si misma, como los pechos. Pero no. Yo lo he intentado estando muy caliente, el café digo,
más frío, o echando azucarillos como si no hubiera mañana. Pero nada, que no hay manera.

Hay que ver. Hace unas horas salía echando humo por las orejas, y ahora estoy aquí relajadamente cómo si no sufriera nunca alteración alguna en mi estado de ánimo. Pero a estas horas, o te tomas las cosas con humor, o ya no te las tomas y te duermes tú, a tu aire y sin remordimientos.
Cómo molan esas veces en que te enfadas mucho por algo, y luego llegas al encuentro con alguien que está en su día gracioso del mes. Sí. Tenía otros 29 e incluso 30, pero ha elegido hoy para ser la alegría de la huerta. Y es lo que hay. Si tienes un carácter de esos que tiene la gente que es capaz de imponerse, entonces ni hay bromas, ni hay huerta, por lo menos hasta que el enfado se haya ido. Pero si eres de naturaleza pringada, véase yo, por poner un ejemplo, pues como mucho intentarás forzar un gesto serio y hablarás en tono asqueado...Durante cinco minutos. Luego tu feble carácter se te caerá con todo el equipo y volverás a estar como siempre. Es una mierda gigante no tener personalidad, pero a veces no está mal contagiarse de lo bueno.
Por si te lo preguntas, lo que me cabrea es el coche. Cuando parece que congeniamos. Zas. Me falla, en plan Judas total. Y ya aquello es un desbarajuste de pedales, un lío de marchas...Pero respiras, templas, y a la tercera vez, parece que reacciona, el coche, o yo, o ya no se qué exactamente. Y así andamos, un día gana el, otro yo...Justicia.
Por el resto mi vida sigue su cauce. El lenguaje de signos va viento en popa, me encanta utilizarlo y enseñarselo a todo el mundo. Aunque en realidad deberían pagarme la mitad del precio de la matrícula, cabrones. Es broma, yo vivo para dar. (. . .)
Y después del fin de semana de playa, de amigas, de relajación, de dosis telefónica de Tom, que me da la vida y un rato largo de sofá, todo se ve mucho más claro. Sol, charlas y su voz...
Pero odio los lunes, y el café.
Paz y amor.

5 comentarios:

  1. Si ya te lo decía yo...que cuando te llamo pringada es por algo... jaja ahora bien, te has juntado con unas buenas, que quizá sean 3 o 4 veces mas pringadas que tú. Y sonreimos como si nuestra vida dependiera de ello, día tras día... pero tranquila, lo he consultado y esto, generalmente, no es crónico.

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  2. Yo amo el cafe, jajajajja (:

    Amé esta "frase": "Pero a estas horas, o te tomas las cosas con humor, o ya no te las tomas y te duermes tú, a tu aire y sin remordimientos."
    Es genial! Y tiene una gran verdad, muchas veces yo también me encuentro en un estado de crisis en un momento, y en el momento siguiente es como si nada. En fin, es normal (:

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  3. y es que no tiene porqué gustarte el café... yo sólo lo resisto con leche y para eso no todo... además, te voy a decir, que el café que ponen en la mayoría de los sitios es asqueroso, así como te lo digo.

    cuando vengas a casa te voy a preparar uno de la Nesspreso con leche que vas a alucinar por colores, ya verás...

    respecto a lo de poco carácter, no estoy de acuerdo... para mí no tener carácter es otra cosa, es no tener ideas, no saber lo que quieres... el hecho de que se pueda cambiar de idea con facilidad, siempre que sea para mejor, es de inteligentes... no hay porque persistir en una misma idea por encima de todo.

    biquiños
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  4. Mi consejo para empezar a viciarte al café son grandes dosis de las máquinas expendedoras de café malo de verdad a la hora del estudio ;)
    Ya verás como después de eso, cualquier café te gusta jaja
    Por otro lado decirte que desde mi punto de vista te veo que eres una niña con gran personalidad. Sabes lo que quieres y lo que no. Tienes muy claro tu opinión y la defiendes. No sé, es como un todo estructurado.
    Te quiero :)

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  5. gracias baby, gracias por tu comentario. yo también creo que el tiempo lo cura todo, que las cosas bien hechas son las hechas despacito, sin precipitarse..
    en fin... ya veremos qué va pasando..
    gracias de nuevo.

    PD: al habla una cafeinómana. pero servida en cocacolalight ;)

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