28 de mayo de 2011

Viernes, y de repente, o por fin, fin de semana. Quizá le estaba esperando, o por la contra, solo dejaba pasar el tiempo hasta esta noche. Hay días en los que desahogarse está de más, y días en que explotarías si no pudieses hacerlo. El cansancio se acumula, y pasar de no hacer nada a tener que hacerlo todo, es un reto agotador. Pero nadie es culpable ni tampoco víctima de ello. Son cosas que hay que hacer.
Algunos de esos días en lo que te fumarías un cigarro para calmar los nervios, hasta que te das cuenta que tú no fumas. Y perder la cabeza, y las noches en vela...Todo suma.
También hay días que empiezan mal y terminan bien, días que empiezan bien y terminan mal, y esos que empiezan mal y terminan mal, aunque siempre haces todo lo posible por disimulártelo a ti misma para que puedas seguir con todo. Días que tu mundo se cae, días que te odias y en los que una canción bonita te hace sentir demasiado extraño. Días en los que las conversaciones pendientes se quedan en nada, porque no tienes nada que decir.
Pero las cosas se superan, aunque sea a base de llorar un día por nada. Todo el mundo tiene un límite, y aunque intente aparentar siempre que todo va jodidamente bien, la vida no es eso. Hay que crecer, madurar, y saber que en la vida no todo es felicidad.
Pero hoy no es un mal día de los completos, quizá de los que empieza mal, pero que a medida que se esconde el Sol empieza a mejorar de repente. Será Tom, será esta casa tan grande, será una mezcla de todo o simplemente una noche de viernes.
Felicidades querido Llul.

4 comentarios:

  1. Hola,me ha encantado tu texto,me identifico mucho con él,y es que,es verdad que hay días y días,que todo se supera,y que todo te puede.Pero,también es verdad,que no nos queda otra que seguir adelante,saludos de Lovery.

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  2. hay días... y días.
    y todos tienen que pasar.
    biquiños,
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