10 de junio de 2011

Esto se acaba. Menuda puta mierda. De las grandes.
Perdona por la tardanza, pero a veces la fiesta y el pasarlo bien te deja menos tiempo que el estudio. Y eso que estudio mucho, eh. Cuidadín.
Sí, empieza un verano limpio, después de un esfuerzo relativo para lograrlo. Sin embargo, toca dejar el Sur, y creo que no me apetece en absoluto. Yo aún diría más, realmente, no quiero irme. Cien por cien segura.
Imagina una familia de al menos unas veinte personas, que a su vez viven con otras 100. Comer, pasar las tardes, dormir y sobre todo trasnochar. Siempre juntos. Parece una locura ¿verdad?. Lo es. La mejor locura de toda mi vida. Por supuesto, con sus mejores momentos y también sus no tan buenos, pero son tan efímeros e irrelevantes que se dejan pasar. Construír una vida nueva que gira en torno a ellos. Increíble.
Y de repente viene Junio y dice
"se acabó".
Y es cierto, no miente.
Por suerte, será como una especie de descanso. Sí, eso es,
un descanso. Como en un partido de fútbol, ya me entiendes. Hay que volver a casa, retomar nuestras antiguas vidas, saber que seguimos existiendo allí donde nacimos, eso sí, sin acostumbrarse a ello porque en nada llega Septiembre.
No sé, no quiero hacer un post triste, porque no es justo recordar con tristeza algo tan bonito. De hecho, ni si quiera tengo palabras para explicarte mucho más. Todo lo que hay aquí, aquí se queda. Y una pequeña parte de todos ellos se viene conmigo en estas cajas que ahora no dejan de llenarse. No sólo en ellas, si no en mí, que creo que he crecido como persona y aprendido a ser mayor con todos.

Nos espera un verano separados, eso está claro. Pero estamos juntos igualmente. Las amistades buenas son esas que están ahí, aunque no pueda ser literalmente. Los que siguen ahí cuando vuelves aunque no hayais podido hablar cada día. De los que estás segura que valen la pena. Como ellos. Que me han enseñado tanto. Boston, Llul, Penis, Babi, L, Tatan...¿Te suenan , eh?
Seguirán aquí, te lo aseguro.
Y sobre todo, mi querido Tom. Dios, me pongo realmente triste. Pero le quiero tanto, tanto, que no tengo dudas. Y es cierto, supongo que no sé lo que estar enamorada literalmente, pero con que signifique la mitad de lo que yo siento cuando estoy con él, sería suficiente. Le echaré de menos, y me pondré triste muchas noches de verano, pero es Tom. Vale la pena.

Y aquí lo dejo, voy a seguir metiendo mi vida en cajas y maletas. A ordenar este caos de habitación, nuestro pequeño piso, ¿Verdad Tatán?. Ha sido un placer vivir aquí. Algo de nosotras se queda en estas paredes. Para siempre.
Y esta casa tan grande, que se vacía poco a poco, nos esperará dentro de mucho menos de lo que creemos.




3 comentarios:

  1. Que no se acaba mona! Que solo acaba de empezar... ;)

    L

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  2. Ay! Que me pongo triste de ser tan feliz! (y lo peor es que no es coña)
    TeQuieroMuchirrrmo, yatusabe ;)

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  3. la vida real es así de durilla... pero como dices bien, septiembre llegará en nada y menos.

    yo sé de una que también echará muchísimo de menos La Coru aunque ahora ya tiene un incentivo para querer volver a casa: Ron... Es un amor, ya lo conocerás cuando vengas a vernos.

    me alegra mucho que haya sido un año tan bueno.

    biquiños,
    Aldabra

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